Los Ángeles lleva combatiendo un repunte brutal de COVID-19 durante semanas.
En poco más de un mes, el condado duplicó su número de infecciones, pasando de unos 400,000 casos el 30 de noviembre a más de 800,000 casos el 2 de enero.
Se estima que uno de cada cinco residentes que se hacen la prueba obtienen un resultado positivo.
El aumento de casos se ha traducido a una gran cantidad de pacientes en los hospitales que tienen cero capacidad en las unidades de cuidados intensivos. Como consecuencia, los equipos de ambulancia recibieron orientación para no transportar pacientes con pocas posibilidades de supervivencia.
La directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer, dijo que una persona muere a causa del virus cada 15 minutos.